El Soporte Vital Básico (SVB) consiste en la práctica de una serie de maniobras de primeros auxilios que se realizan en el momento en que la vida de una persona está en riesgo. Generalmente, este procedimiento se lleva a cabo mientras el afectado reciba atención cualificada de profesionales de la salud.
A través del SVB se puede identificar si una persona se encuentra en Parada Cardiorrespiratoria, y en tal caso, aplicar el reemplazo temporal de las funciones circulatoria y respiratoria, hasta que llegue la ayuda de profesional sanitario y el paciente pueda recibir la atención correcta.
En este post os revelaremos, entre otras cosas, la importancia del Soporte Vital Básico y quienes deben realizar estas maniobras, en caso de que se presente una situación de emergencia en la que la vida de una persona esté en riesgo.
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Importancia de practicar un buen Soporte Vital Básico
Varias investigaciones han arrojado que los primeros cinco minutos, desde que ocurre el incidente hasta que se socorre a la persona afectada, son determinantes para su supervivencia. He aquí donde el Soporte Vital Básico puede hacer la diferencia a la hora de que una persona se debata entre la vida y la muerte.
Saber realizar un SVB, sin embargo, implica tener claras previamente las acciones que se deben ejecutar, de esta forma se conseguirá un mejor control de la situación de emergencia. De hecho, es posible que el paciente logre mantenerse más tranquilo, un aspecto crucial para llevar a cabo las maniobras de forma adecuada y disminuir el riesgo de daños mientras se practica el procedimiento.
El hecho es que una intervención rápida y eficaz puede ser vital para salvar vidas y prevenir daños o lesiones severas, incrementando las posibilidades de supervivencia en un 40%. Mediante la oxigenación de emergencia en los tejidos, por ejemplo, se pueden reducir las posibilidades de que un paciente sufra daño cerebral.
¿Quién debe realizar el SVB?
El Soporte Vital Básico tiene que ser practicado por los intervinientes. O sea, por personas que encuentran a otra en el suelo. Ahora, quien auxilia debe tener formación en SVB, independientemente de que solo necesite realizar una reanimación cardiopulmonar (RCP).
Si alguien que no está capacitado se enfrenta a una situación de emergencia en el que una persona necesita SVB, además, de seguir el procedimiento básico, lo aconsejable es que proceda llevando a cabo solo las compresiones, sin respiraciones de rescate hasta que sea socorrido por profesionales de la salud cualificados.
El protocolo de actuación
El protocolo de actuación para la supervivencia en personas mayores de 8 años, engloba cincos fases importantes:
- Comunicarse con personal cualificado: Se hace reconocimiento inmediato del paro cardíaco y se solicita ayuda al Servicio de Emergencias.
- Socorrer: Consiste en realizar reanimación cardiopulmonar precoz, priorizando en las compresiones torácicas.
- Desfibrilar: Implica la aplicación rápida del Desfibrilador Externo Automático (DEA)
- Tratar: Se procede a realizar Apoyo Vital Avanzado efectivo
- Monitorizar: Hay que proseguir con la reanimación cardiopulmonar hasta que el personal sanitario llegue a auxiliar.
Conviene destacar que las tres primeras fases pueden ser ejecutadas por cualquier persona. Además, en ningún instante se debe dejar sola a la persona afectada ni dejar de atenderla. Una vez que llegue el personal sanitario, éste se encargará de brindar los cuidados postparo cardiaco pertinentes.
¿Cuándo debe practicarse este procedimiento?
El Soporte Vital Básico se tiene que practicar en casos de emergencia. Curiosamente no demanda el uso de algún tipo de instrumental, fármaco o maniobra que resulte invasiva para el cuerpo de la persona afectada.
Por lo general, el protocolo de SVB se emplea solo con las dos manos y se aplica en las siguientes situaciones:
- Atragantamiento
- Ahogamiento
- Pérdida de la consciencia
- Parada cardiorrespiratoria
Diferencias entre el Soporte Vital Básico y el avanzado
La diferencia más notable entre el Soporte Vital Básico y el avanzado es que en el SVB se llevan a cabo maniobras sencillas que no requieren algún tipo de especialización. Suele coincidir, además, con las atenciones básicas que debe recibir un paciente en riesgo hasta que llegue el personal médico cualificado.
El Soporte Vital Avanzado (SVA), por su parte, se refiere a la atención médica que brindan los profesionales sanitarios para la que sí es necesaria una capacitación previa. Consiste en evaluar el estado del paciente, luego se le suministra la medicación pertinente y se procede a realizar la desfibrilación.
También implica ejecutar maniobras invasivas orientadas a despejar las vías aéreas (de ser necesario). En otras palabras; el protocolo SVA está dirigido a lograr el control y la estabilidad de la persona afectada hasta su llegada al hospital, donde recibirá atención especializada.
Conclusiones
Al fin y al cabo, el SVB engloba una serie de pasos secuenciales que pueden llegar a salvar la vida de una persona en riesgo. Y si bien este procedimiento puede ser aplicado por cualquier ciudadano, también requiere una formación previa no muy compleja, para realizarlo con éxito.
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